Qué lleva a cientos de miles de personas a emigrar de Irlanda
John Murphy
BBC
21 agosto 2014
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Isla de AchillDerechos de autor de la imagenBBC WORLD SERVICE
La crisis económica del año 2008 empujó a cientos de miles de jóvenes irlandeses lejos de su tierra en busca de trabajo. Como resultado, algunas comunidades rurales están a punto de desaparecer. Ésta es la historia de una de ellas.
"El pub de Regan ya no está. El de Paddy Jordan tampoco. El que estaba en frente de la estación menos". Nicola habla pausado mientras bebe por sorbos su cerveza negra y describe el declive comercial del lugar. "Dos, no, tres hoteles se han ido a la quiebra", añade.
Paisaje irlandésDerechos de autor de la imagenTHINKSTOCK
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Los irlandeses dicen que los paisajes de su país pueden ser hermosos, pero uno no puede alimentarse de ellos.
Nicola tiene 26 años y ha completado sus estudios en patrimonio. Ella fue a la universidad en Dublín y luego regresó a Ballina, en el condado Mayo, en el oeste de Irlanda, porque su madre iba a ser operada. Pero ella planea irse pronto a través de los canales en un bote llamado Rumdoodle.
"¿No estarás postergando lo inevitable, buscar un trabajo apropiado?", le pregunto.
"Imagino que sí, pero no hay nada aquí", responde.
Ella no había percibido la seriedad de la situación hasta que volvió de la capital y descubrió que la mitad de sus amigos se habían ido. Ahora no cree que muchos de ellos regresen.
"Comer montañas"
Desde la crisis de hace seis años, cuando Irlanda como país se fue efectivamente a la quiebra y tuvo que pedir un rescate financiero internacional, unos 200.000 irlandeses han salido de su país para buscar trabajo según las estimaciones de la Oficina Central de Estadísticas irlandesa.
Otros se fueron a las ciudades principales del país como Dublín y Cork para encontrar un sustento.
Tan solo el año pasado, unas 250 personas al día -la mayoría entre sus 20 y sus 40 años- hicieron sus maletas y se largaron. Muchos de ellos contaban con estudios avanzados. Es la tasa de emigración más alta en la Unión Europea.
Derechos de autor de la imagenBBC WORLD SERVICE
El resultado es el vaciamiento de las comunidades rurales como las de la Isla Achill, a una hora por carretera de Ballina, en el oeste de Mayo.
Achill es la isla más grande de Irlanda y está unida al territorio por un pequeño puente. Abajo de su estructura, las mareas bajan y suben por algunas horas.
Cuando el sol brilla Achill es hermosa. La turbera se extiende por el centro de la isla y en sus rocosos límites costeros, acantilados y playas desafían al Océano Atlántico a que los golpee con lo mejor que tiene. Pero los meses del invierno pueden ser deprimentes.
Las montañas redondeadas custodian toda la isla pero, como dirían los irlandeses, "no se puede comer el paisaje".
Sin suplentes
"Estamos educando a nuestros jóvenes para que emigren" me dice un maestro. El 94% de los que salen del colegio secundario emprenden estudios universitarios y la isla no cuenta con universidades.
Luego deben irse para buscar trabajo. Algunos pueden regresar en los meses de verano, cuando la corta temporada de turistas está en su punto más alto, o para explotar la turba.
Fútbol gaélico
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El fútbol gaélico tiene sus reglas particulares, diferentes a las del fútbol tradicional.
Otra razón para regresar es el deporte: miembros del club de fútbol gaélico local, el Achill Gaelic Football, regresan desde todos los puntos de Irlanda para el entrenamiento de los viernes a la noche y para el partido de los sábados.
Pero el club ha perdido 20 jugadores debido a la emigración en los últimos años. Ahora es un desafío juntar todo un equipo para competir.
Para un importante partido de la temporada pasada, Achill estaba tan necesitado de jugadores que dos de ellos volaron desde el Reino Unido y uno desde Suecia para poder completar la escuadra. Pero la hemorragia de jugadores condujo al descenso del equipo.
"Esto no es solo emigración", me dice el manager del club, Paul McNamara. "Se están despoblando las zonas rurales y nadie está haciendo nada al respecto", agrega.
Palabra oficial
Mayo es el condado del primer ministro irlandés, Enda Kenny. Cuando era joven, Kenny jugó y luego dirigió un club de fútbol gaélico, el Islandeady.
El primer ministro admite que existe una fuga de cerebros en Irlanda: "Los jóvenes no se van a quedar a menos que haya algo de acción. Cada semana un número de ellos se va".
Pero él también intenta dejar un mensaje positivo.
"Entre 2008 y 2011 perdimos 330.000 trabajos. Ahora estamos creando unos mil puestos de trabajo por semana. Venimos de una depresión muy profunda y el 95% de las dificultades han quedado atrás".
El primer ministro quiere que los jóvenes regresen a Irlanda con la experiencia ganada en el exterior para trabajar por el país.
Equipo de fútbol gaélico localDerechos de autor de la imagenBBC WORLD SERVICE
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Los jugadores del equipo de fútbol gaélico local regresan para jugar en la isla.
Deporte como elemento de cohesión
El domingo a la tarde, luego de una larga noche en el pub celebrando su dura victoria contra otro club en problemas, los jugadores del Achill Gaelic Football regresan al estadio, esta vez para jugar fútbol convencional.
Para Sean Molloy, el presidente del club cuya otra profesión por 28 años ha sido pasar música, el deporte es un elemento de unión en la sociedad.
Él nunca ha visto el panorama tan desolado como ahora pero sostiene que, mientras los jugadores regresen regularmente, existe una oportunidad de que algún día vuelvan a vivir en la isla.
"Lo único que trae a la gente de nuevo es el deporte pero si no tienen ninguna razón para volver, entonces no habrá motivos para regresar nunca más", dice Molloy.
Una vela
Desde la perspectiva del colegio primario local, el Valley National School, la posibilidad de que la población local crezca de nuevo es muy distante.
El establecimiento educativo, que ha festejado su centenario este año, ahora tiene 15 alumnos.
"En septiembre solo tendremos 12 y nos volveremos un colegio de un solo maestro", dice el director Denis Randle.
La preocupación de Randle radica en que si los servicios, como la educación desaparecen de la zona, las jóvenes familias no regresarán por más que quieran.
Él estima que la escuela cerrará en los próximos cuatro años.
"Será como soplar una vela en un cuarto oscuro", concluye.
Colegio de AchillDerechos de autor de la imagenBBC WORLD SERVICE
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La maestra Katie Kane ya no volverá a trabajar en la escuela Valley National School.
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La inmigración en EEUU, 500 años después
Frontera de Las Chepas (México) con EEUU.Frontera de Las Chepas (México) con EEUU.
Pablo Pardo | Washington
Actualizado martes 26/03/2013 22:27 horas
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¿Cuántos irlandeses viven y trabajan de forma ilegal en Estados Unidos? Unos 100.000. ¿Cuántos chinos? 120.000. ¿Cuántos canadienses? Unos 100.000.
Ése fue uno de los argumentos de Sol Trujillo, empresario y ex asesor tanto de Bill Clinton como de George W. Bush, en un debate sobre inmigración organizado la semana pasada por el periódico en español de Washington 'El Tiempo Latino', que forma parte del grupo del Washington Post. Trujillo recordó que su familia llegó a Estados Unidos en 1608, antes que los inmigrantes del Mayflower, a los que se atribuye la 'fundación' de lo que hoy es la primera potencia mundial. Claro que, si hablamos del primero, éste fue Ponce de León, que hoy hace 500 años que desembarcó en Florida.
Así que la idea de la inmigración es mucho más complicada de lo que parece a primera vista y de lo que el mensaje simplificado de los políticos transmite. Es cierto que el 90% de los ilegales son de origen latinoamericano pero, como dejó claro Trujillo, éstos no son los únicos. Igual que, aunque a muchos estadounidenses les sorprenda, su país necesita mano de obra extranjera.
En dos o tres semanas, la 'banda de los ocho' —cuatro senadores de cotas, y otros cuatro republicanos— anunciarán su propuesta de reforma inmigratoria, que llevan negociando desde hace más de dos meses. Es una propuesta que va a ser controvertida, a pesar de que es dura. Si se suma el periodo en el que los inmigrantes van a estar con un visado temporal, más los cinco años que necesitarán estar con la llamada 'Tarjeta Verde' ('Green Card'), que es como se conoce al permiso de residencia y trabajo en EEUU, pasarán probablemente 15 años antes de que el primer ilegal actual se convierta en ciudadano estadounidense.
Y eso, con suerte. Porque una cosa es lo que sugiera la ‘banda de los ocho’, otra, lo que apruebe el Senado y una tercera lo que decida la Cámara de Representantes. Altos cargos del Senado contactados por ELMUNDO.es confirman que, lo que decida la Cámara es, a día de hoy, una incógnita.
Posibilidad de acuerdo
La clave del debate es si los inmigrantes podrán obtener o no la nacionalidad estadounidense. Eso es algo que rechaza el ala más conservadora del Partido Republicano, a pesar de que han ido presidentes de esa formación —Ronald Reagan en 1986 y George W. Bush en 2006— quienes se han mostrado más favorables a la regularización de inmigrantes ilegales.
Así que, como dijo Cecilia Muñoz, directora de Política Interna de la Casa Blanca, "parece que ahora va a haber un acuerdo
parece". El presidente de EEUU, Barack Obama, está decidido a que la reforma salga adelante, pero con condiciones. Por ejemplo, los inmigrantes deberán pagar una multa y, según Muñoz, también aprender inglés. "No será un sistema rápido, pero sí un sistema justo", declaró la asesora del presidente.
Pero sería un error analizar la situación solo desde el punto de vista de la inmigración. EEUU, como cualquier economía que crezca (lo que de inmediato sitúa a casi toda Europa fuera de la ecuación) necesita a los inmigrantes. Como recordó Trujillo, California puede encontrarse en 2014 en una situación en la que no tenga suficiente mano de obra en los próximos.
EEUU, como cualquier economía que crezca necesita a los inmigrantes.
Eso puede parecer sorprendente en un territorio que todavía tiene una tasa de paro del 9,8% (y del 19,3% si se toma la llamada U-6, una fórmula de medición similar a la de la EPA en España), pero también tiene mucho que ver con la dinámica de la inmigración en EEUU.
Desde que estalló la crisis de las 'hipotecas basura' en 2007, el saldo migratorio neto (entradas menos salidas de ilegales) de EEUU ha sido prácticamente cero. A medida que las economías al sur del río Grande seguían creciendo y que la construcción no repuntaba en EEUU, el atractivo de la primera potencia mundial como fuente de puestos de trabajo descendía.
De hecho, en Estados Unidos ya existe una tremenda escasez de puestos de trabajo, pero en las llamadas STEM (las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). En 1990, ese país tenía 248 millones de habitantes, y ofrecía cada año 140.000 visados para profesionales que o han creado empresas o son patrocinados por una compañía privada. Ahora tiene 315 millones, y exactamente la misma cantidad de visados.
Su reforma es otra prioridad del Gobierno de Obama, que ve con preocupación cómo los estudiantes formados en las Universidades estadounidenses se van a países como Suiza, Chile y Canadá porque legalmente no están autorizados a residir más de un año después de su graduación. De hecho, la situación ha llegado al extremo de que existe el proyecto Blueseed, que prevé anclar un barco en 2014 frente a la costa de California, pero en aguas internacionales, de modo que pueda funcionar como un 'polígono industrial' para jóvenes empresarios que viajaran al vecino Silicon Valley con visados de turista.
Igual que la mejora del sistema de trabajadores temporales que ya está en práctica. Por ahora, sin embargo, solo queda esperar el largo proceso legislativo para que, si todo va como se espera, antes de agosto haya una reforma que abra la puerta a la regularización de los 11 millones de extranjeros ilegales que residen en EEUU.
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