Los instrumentos bilaterales que forman
el Acuerdo Global y Definitivo
C O M I S I Ó N D E
Propuesta definitiva de los Países Garantes
sobre la fijación en el terreno de la
frontera terrestre común
Excelentísimo señor Alberto Fujimori
Presidente de la República del Perú
Excelentísimo Señor Presidente,
Nuestros gobiernos asumieron por el artículo 7º del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro el papel de Garantes de la ejecución de dicho Tratado. Con ello quedamos comprometidos a facilitar, cuando fuere necesario, los entendimientos entre las partes. Esta responsabilidad supone la introducción de elementos que permitan dilucidar aquellos aspectos en los cuales existan enfoques divergentes.
Los Países Garantes debemos reconocer que las partes, sobre la base del Protocolo de Río de Janeiro y conforme a la Declaración de Paz de Itamaraty y demás documentos emanados del proceso que ella inicia, han buscado alcanzar los altos objetivos de Paz, Amistad y Entendimiento que les permitan desarrollar una relación cooperativa de mutuo beneficio que responda a los propósitos señalados en el artículo 1º del citado Protocolo.
Es así como comprobamos con satisfacción que este proceso permite a la fecha disponer de proyectos para un Tratado de Comercio y Navegación, para la Navegación en los Sectores de los Cortes de los Ríos y en el Río Napo, para un Acuerdo Amplio de Integración Fronteriza, y para la constitución de una Comisión Binacional sobre Medidas de Confianza Mutua y Seguridad, así como para un Acuerdo para la fijación de medidas para asegurar el funcionamiento eficaz del Canal de Zarumilla.
Vuestro Gobierno, conjuntamente con el del Ecuador, nos han transmitido su preocupación por haber intentado, a lo largo de este prolongado proceso y sin lograr resultados que respondan a las expectativas de ambos pueblos, culminar con todos los aspectos en él comprendidos, conforme los describe la Declaración de Brasilia del 26 de noviembre de 1997 y el Cronograma de Río de Janeiro del 19 de enero del año en curso. Como señala Vuestra Excelencia en la carta que conjuntamente con el señor Presidente del Ecuador dirigiera el 8 del presente mes de octubre al señor Presidente del Brasil, las dificultades encontradas residen en la culminación de la fijación en el terreno de la frontera terrestre común.
En la carta mencionada, las partes solicitaron nuestro concurso para formular una propuesta global y definitiva que contribuya a alcanzar los objetivos de Paz, Amistad, Comprensión y Buena Voluntad que las animan.
Nuestros gobiernos, mediante carta del señor Presidente del Brasil, de fecha 10 de octubre, hicieron saber a vuestra excelencia que la forma de llegar a esa propuesta requería de la aceptación previa por ambos gobiernos del carácter vinculante para las partes de nuestro punto de vista, así como de la aprobación por los congresos del Perú y del Ecuador del compromiso asumido.
En consecuencia, habiéndose cumplido con estos requisitos, nosotros, jefes de Estado de los Países Garantes, de conformidad con el Acuerdo de Santiago y con el Cronograma de Río de Janeiro, expresamos nuestro punto de vista, al que las partes han otorgado carácter vinculante que contiene los siguientes elementos para concluir la fijación en el terreno de la frontera terrestre común y complementar así el acuerdo global y definitivo:
1. Ante la divergencia de las partes con respecto al contenido de los pareceres-opiniones emitidos por los expertos designados por los Países Garantes, de acuerdo con el cronograma de aplicación de la Declaración de Brasilia sobre los tres temas sometidos a su consideración, los Países Garantes del Protocolo de Río de Janeiro consideramos que tales pareceres constituyen la aplicación de lo dispuesto en el Protocolo de Río de Janeiro y en el Fallo del Arbitro Braz Dias de Aguiar, debiendo por lo tanto las partes proceder a concluir la demarcación en la forma establecida en dichos pareceres-opiniones. Para tal efecto, en las cartas geográficas anexas se especifican las coordenadas de ubicación de los hitos a ser erigidos.
2. De acuerdo con el croquis adjunto, el Gobierno del Perú dará en propiedad privada al gobierno del Ecuador un área de un kilómetro cuadrado, en cuyo centro se encontrará el punto que el Ecuador proporcionó a la MOMEP denominado como Tiwinza, en el sector reconocido en el Ecuador bajo la denominación de Tiwinza.
3. La transferencia se realizará a título gratuito mediante escritura pública celebrada por las entidades correspondientes del Perú y del Ecuador, la que será suscrita en el momento de la entrada en vigor del acuerdo global y definitivo. Esta transferencia no implicará afectación de soberanía. La propiedad indicada no estará sujeta a confiscación por el Gobierno del Perú.
4. El gobierno del Ecuador, en su calidad de propietario, tendrá los derechos reales que confiera el Derecho Privado Nacional del Perú, salvo el derecho de transferir. El uso que dará el Ecuador a dicho terreno será compatible con las normas de conservación aplicables a la zona en la que se encuentra.
5. El gobierno del Ecuador no tendrá efectivos policiales ni militares dentro del área de su propiedad, ni realizará actividades de cualquiera
de esas índoles, excepto actos conmemorativos previamente coordinados con el Gobierno del Perú.
6. Los nacionales del Ecuador podrán transitar libremente por una única vía pública carrozable de hasta cinco metros de ancho que conecte el área transferida en propiedad con el territorio del Ecuador, vía que deberá ser habilitada treinta meses después de la entrada en vigor del acuerdo global y definitivo y mantenida por el Perú para tal fin sobre el trazado más directo y accesible que permita llegar a territorio del Ecuador. El Comité Técnico, al que se refiere el párrafo nueve, tendrá a su cargo la determinación del trazado de esta vía. A estos efectos, se establecerán los respectivos puestos de control fronterizo a ambos lados de la frontera. Dado el carácter ecológico de la zona, no se podrá transitar de un país a otro con ningún tipo de armas.
7. Cada parte constituirá dentro de su territorio y conforme a su legislación nacional, una zona de protección ecológica, bajo soberanía y jurisdicción del Estado respectivo, en las áreas y perímetros que se señalan en el croquis adjunto. Ambas zonas ecológicas tendrán un mismo nombre y serán colindantes y coincidentes en el sector de la frontera común que comprenda.
8. Los miembros de las comunidades nativas de la región podrán transitar libremente entre las dos zonas ecológicas.
9. La administración de cada una de las zonas estará a cargo de las autoridades competentes especializadas del país respectivo, las que coordinarán entre sí a través de un Comité Técnico Peruano-Ecuatoriano para encargar a entidades privadas sin fines de lucro, nacionales y/o internacionales, especializadas en conservación y manejo de recursos naturales, a fin de que elaboren los estudios necesarios y colaboren en el manejo de los recursos ambientales, de manera que se asegure su adecuada conservación.
10. Las respectivas autoridades nacionales de policía y los guardaparque serán responsables de la seguridad de cada una de las zonas ecológicas. Los puestos fronterizos de cada parte en el interior de cada una de estas zonas estarán a cargo de unidades policiales y, dado su carácter de zonas de protección ecológica, no deberán instalarse en ellas nuevos puestos militares dentro de sus límites. Los puestos militares actualmente existentes al interior de cada parque, que son el de Coangos en el Ecuador y el PV1 en el Perú, podrán permanecer manteniendo sus niveles de dotación actual, no pudiendo exceder de cincuenta efectivos en cada uno.
11. Adicionalmente, las partes procederán a formalizar los proyectos de los tratados y acuerdos, cuyos textos forman parte del acuerdo global y definitivo que pone fin a las diferencias entre ambos países. Tenemos, además, el agrado de informar a vuestra excelencia que, conforme manifestáramos en nuestra comunicación del 10 de octubre, esta fórmula de arreglo ha sido llevada al conocimiento de su Santidad, el Papa Juan Pablo II, quien se complace vivamente por este noble compromiso alcanzado y eleva su oración para que el presente acuerdo sea la base de una duradera convivencia
en paz y prosperidad de los pueblos hermanos del Perú y del Ecuador.
De esta manera, los Países Garantes consideramos que el proceso nacido de la Declaración de Paz de Itaramaty habrá culminado respetando los intereses y sentimientos de ambas naciones y asegurando la plena y cabal ejecución del Protocolo de Río de Janeiro. Con ello podrán desarrollarse las aspiraciones de Paz, Amistad y Confianza en un futuro común que anhelan los pueblos del Perú y del Ecuador.
Hacemos propicia la ocasión para hacer llegar a Vuestra Excelencia las seguridades de nuestra más alta y distinguida consideración
Carlos Saúl Menem
Fernando Henrique Cardoso
Eduardo Frei Ruiz-Tagle
William Clinton
Sesión del Pleno del Congreso de la República, de fecha jueves 12 de noviembre de 1998, en la que el Congreso continuó el debate sobre el Tratado de Comercio y Navegación y el Acuerdo Amplio de Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad.
Cuadro1
Aspiración Territorial del Ecuador en Pleno
desconocimiento del Protocolo
Pues bien, más tarde, en el año 1948, durante el gobierno del Presidente —y jurista— Bustamante y Rivero, se suscriben dos actas en las que cada parte dejó constancia de su opinión demarcatoria. (Ver cuadro 6)
En consecuencia, había dos puntos de vista, en calidad de opiniones. (Ver cuadro 8).
Ésta era la realidad en ese momento, la realidad muy sencilla. ¿Por qué? Porque habían dos pareceres o dos opiniones: la de nuestro técnico y la del ecuatoriano (Ver cuadro 9).
Pues bien, ¿qué cosa hacen los pareceres? Como se puede apreciar en el siguiente cuadro (ver cuadro 10), los pareceres determinan que el punto A es aquél donde precisamente termina el contrafuerte, que es, conforme a los planos, el punto más bajo de esos cerros. En consecuencia, esto sostiene al contrafuerte pero ya no en esta zona porque esto sostiene, en todo caso, al río; ya no es contrafuerte, técnicamente. Pero, en vez de darle la razón al Ecuador, que planteaba esta línea recta, suben por la línea planteada por el Perú; y cuando llegan al punto final, que es el contrafuerte, se tira la línea directa al punto B, que es la entrada por un brazo del río Santiago.
Exposiciones del Perú
EL 22 ABRIL DE 1998, SOBRE LOS
DESACUERDOS EN LOS SUBSECTORES
COMPRENDIDOS ENTRE
EL HITO CUSUMASA-BUMBUIZA/YAUPI-SANTIAGO, Y
EL HITO CUNHUIME SUR Y EL HITO 20 DE NOVIEMBRE.
Exposición del Perú sobre el desacuerdo en el tramo Cusumasa-Bumbuiza/Yaupi-Santiago en el sector Zamora-Santiago y/o Cordillera del Cóndor
El Perú demostrará en esta exposición que:
1. La poligonal Cusumasa-Yaupi fue levantada por acuerdo de las Partes.
2. El levantamiento de dicha poligonal fue ejecutado en forma debida.
3. La poligonal topográfica de 1947 fijó en el terreno la línea de frontera desde el hito Cusumasa-Bumbuiza hasta la confluencia Yaupi-Santiago.
4. La trocha de la poligonal topográfica levantada en 1947 está registrada en el plano monográfico del hito Cusumasa-Bumbuiza.
5. La poligonal Cusumasa-Yaupi corresponde a la letra y espíritu del laudo arbitral de
23 de Febrero, 1995 - No. 1351 Caretas
Foto
VICTOR CH.
VARGAS
Almirantes (r) Jorge Villavicencio y Mario Castro de Mendoza, participaron en la colocación de los hitos en la Cordillera en 1947 y 1951.
LA TRAMPA de los Hitos
Dos días antes que el Perú reconociera la existencia de "impases", Ecuador objetaba 10 hitos ya colocados en la Cordillera y aludía a 2 no protocolizados.
El revelador Memorándum divulgado por la Cancillería ecuatoriana a través de Internet.
Como se aprecia en el mapa, el alegato ecuatoriano pretende invalidar hitos (en rojo) que fueron demarcados y aceptados por las partes entre 1943 y 1950, salvo dos que no están protocolizados. Asimismo afirma que una amplia zona entre la Cordillera del Cóndor y el río Santiago le perteneció.
EL 15 o 16 de febrero, el ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador ingresó al sistema Internet de comunicación electrónica mundial un "Memorándum" en inglés titulado `Problemas territoriales entre Ecuador y Perú. La Cuestión Zamora-Santiago: Aspectos Principales'.
Como se sabe, el sistema Internet llega a más de 30 millones de computadoras y en Estados Unidos, Gran Bretaña y en el mundo académico internacional es intensamente utilizado. También es común su uso en las esferas oficiales y entre los medios de comunicación.
La Cancillería de Quito coloca día a día en un índice especial que ha establecido en Internet bajo el título de Conflicto Ecuador-Perú (ver CARETAS 1349) todos los comunicados del comando conjunto ecuatoriano y numerosos documentos adicionales destinados a difundir su posición.
En este caso, el texto del Memorándum está redactado en un inglés virtualmente impecable y con un estilo didáctico premeditado, aunque desde la estrecha óptica ecuatoriana y recurriendo a claras inexactitudes (algunas muy gruesas, que después se señalan).
El documento explica:
las circunstancias que surgen a partir de los trabajos de aerofotogrametría que culmina la Fuerza Aérea de EE.UU. en 1947,
las diferentes interpretaciones que se dan al mapa resultante de la Cordillera del Cóndor,
y las actitudes ecuatorianas que conducen a paralizar definitivamente la demarcación y a declarar primero "inejecutable" y después "nulo" el Protocolo de Río de Janeiro de 1942.
La posición es bastante conocida, aunque la cronología descrita en el Memorándum haya sido en parte arreglada. Lo nuevo es que en este documento, Ecuador no sólo recuerda que en 1947 se negó a aprobar o protocolizar dos hitos emplazados en la Cordillera del Cóndor, sino que considera que otros 10 marcadores fueron colocados "indebidamente", "erradamente".
Vicecanciller Eduardo Ponce obligado a sobrepasar funciones de funcionario de segundo rango por el gobierno, resulta vecino del vicecanciller ecuatoriano en condominio quiteño.
Documento histórico. Oficiales de las marinas ecuatoriana y peruana colocan en diciembre de 1949 el hito 1424 denominado Cusumaza -Bumbuiza. Labor fatigosa y llena de riesgos.
La posición de Javier Pérez de Cuéllar contra la Declaración ha sido el factor determinante para sembrar dudas sobre la oportunidad y propiedad de un documento que puede pesar sobre el futuro de los derechos peruanos.
HABLANDO DE "IMPASES SUBSISTENTES"
En otras palabras, en vísperas de suscribir en la madrugada del 17 de febrero la llamada Declaración de Paz de Itamaraty con un gobierno peruano que se dejó infiltrar por el lenguaje diplomático ecuatoriano y terminando por reconocer con criticada vaguedad la existencia de "impases subsistentes", la Cancillería del arquitecto Sixto Durán-Ballén difundía un documento que pormenoriza nuevos impases y añade elementos de discordia.
El Memorándum ecuatoriano en Internet hace un relato simplificado y plagado de omisiones e inexactitudes:
"Antes que la verdadera geografía del área (entre los ríos) Zamora-Santiago fuera conocida mediante un mapa aerofotogramétrico de la región, la comisión demarcadora colocó indebidamente 10 hitos fronterizos a lo largo de la línea de la Cordillera del Cóndor, bajo la suposición equivocada que estaban demarcando la línea del Protocolo de Rio de Janeiro. Bajo esta suposición, el presidente de la Comisión de Demarcación aprobó esos hitos. El trabajo de demarcación en el área fue suspendido durante un tiempo, y cuando recomenzó en junio de 1947 *1, dos hitos adicionales habían sido colocados. Por entonces, el Ecuador ya contaba con el mapa aerofotogramétrico preparado por los EE.UU., y le fue posible comprobar que el trabajo realizado por la comisión demarcadora no coincidía con las características geográficas mencionadas por el Protocolo. Por lo tanto, los dos últimos hitos no fueron aprobados. Al norte de éstos no hay hitos, ni aprobados ni desaprobados *2".
Más adelante, el Memorándum de la Cancillería ecuatoriana menciona que en 1954 comunicó al Perú que "la soberanía de los dos países en el sector antes mencionado" no está definida "debido a la inexistencia allí de una línea de frontera *3. Esta falta de línea, añade, es lo que en la ley internacional se llama una falta de delimitación, que es muy diferente, por cierto, a una mera falta de demarcación y de hitos fronterizos..."
Los voceros oficiales del Perú y sus zalameros seguidores han venido diciendo que, al "reconocer Ecuador por primera vez la vigencia del Protocolo de Rio" el genio diplomático del Ing. Fujimori ha morigerado la posición de nuestros vecinos norteños y ha logrado avanzar en la solución del problema más que en los últimos 53 años.
Si es así, la Cancillería ecuatoriana no parece estar al tanto de lo que ha ocurrido.
Otras afirmaciones controvertibles:
"El área sin delimitar, situada al norte del Marañón y al oeste del Santiago, siempre ha sido ecuatoriana"*4.
"El Perú pretende que lo único que queda por hacer es la demarcación de 78 kilómetros en el trecho de la Cordillera del Cóndor entre el último hito colocado indebidamente y el sector norte del área".
"El fallo del árbitro Bras Dias de Aguiar fue hecho el 15 de julio de 1945. El problema en el sector sur del área Zamora-Santiago no surgió hasta 1947, cuando ambas partes recibieron el mapa aerofotogramétrico que revelaba la verdadera geografía del área".
"No hay nada en el Protocolo que permita la interpretación que la línea debiera haber seguido la Cordillera del Cóndor *5". "La Cordillera del Cóndor no puede tomarse en cuenta porque el Protocolo no la menciona". "Nada obliga al Ecuador a aceptar la Cordillera del Cóndor como la frontera entre los dos países".
En conclusión, dice Quito, en vísperas de firmar el "acuerdo" con la delegación que encabezó nuestro vice canciller Eduardo Ponce:
"El Protocolo de Rio de Janeiro entre Ecuador y Perú, además de haber sido el resultado de la coerción armada, sufre de un error geográfico esencial".
"La actitud del Perú al rechazar las razones ecuatorianas bajo el argumento arbitrario de que no hay ningún problema es absolutamente inaceptable".
Como colofón, que en las actuales circunstancias resulta particularmente embarazoso para este gobierno, el Memorándum ecuatoriano dice que recién "el Presidente Fujimori ha aceptado la existencia de un problema en 1991, y que el ministro de Relaciones Exteriores del Perú también reconoció el problema en la Asamblea General de la OEA de mayo de 1992 en Nassau".
Esta afirmación nos recuerda que ya entonces se advirtió al ingeniero Fujimori, con motivo de su primera visita al Ecuador, que la diplomacia directa puede ser muy productiva siempre que se haga en consulta con una Cancillería afiatada.
Se le señaló también que había cometido un error en el juego de ajedrez internacional al aceptar la existencia de un "problema" con Ecuador.
Después, las declaraciones del entonces Canciller Oscar de la Puente fueron tan inconvenientes para el Perú que el Canciller ecuatoriano Diego Cordovez las distribuyó como un anexo a su propio discurso.
***
Evidentemente el Memorándum ecuatoriano al plantear desconocer 12 hitos, 10 de los cuales están protocolizados, ha ido mucho más allá en sus pretensiones.
Si bien sólo hay un Acta Final Demarcatoria para el tramo entre la costa de Tumbes y la quebrada de San Francisco, Bákula considera que retirar un hito ya protocolizado es virtualmente imposible. Significaría violar principios básicos del derecho internacional.
Entonces, a qué juega Ecuador? En suma, juega a no encontrar solución, a "abrir brechas" y a negociar, a la larga una salida soberana al Amazonas.
Esta posición bien conocida, sin embargo, parece ahora estar gobernada por un cambio de giro en la estrategia diplomática, como lo advierte el embajador Bákula. "Estamos confrontando un replanteamiento de la estrategia ecuatoriana", dice.
Esto hay que verlo a la luz de la Declaración de Paz, último documento suscrito en Brasilia, que reconoce la existencia de "impases" en una forma amplia. No basta que Torre Tagle haya dicho que esa palabra hace referencia tan sólo al tema de la demarcación, como debe interpretarse simplemente por buena fe.
Siendo un documento esencialmente militar, según Bákula, es negativo para el Perú porque le permite a Ecuador acumular imprevistos "impases" como en el caso de la trampa de los hitos.
Ahora parece claro que la firma de la Declaración de Paz formó parte de un entrampe diplomático en el que el Perú no jugó muy bien sus cartas.
Al principio, en Rio, parecía que el Perú había jaqueado diplomáticamente a Ecuador cuando aceptó firmar un documento formulado por los garantes que Ecuador rechazó.
Al final, sin embargo, sucedió lo contrario.
El lunes 13, en medio de las negociaciones, Fujimori planteó el alto al fuego unilateral.
El miércoles 15, los garantes producen un documento con el que concuerda Ecuador pero que Fuji pide 5 días para pensar.
El 16 los garantes dan un virtual ultimátum: se retiran si no se firma el documento a las 12 de la noche. Al final, Fuji se olvida de los 5 días y firma el 17 a la 2:45 a.m.
La declaración del alto al fuego unilateral de Fuji puede haber tenido un buen efecto internamente y ganado puntos sobre Ecuador, pero sorprendió a los garantes que deben haber tomado la medida sorpresiva como una deslealtad.
Lo de los "impases" como el de los hitos súbitamente publicitado demuestra, como reza el refrán, que al Ecuador si le das la mano se trepa hasta el codo. De la "oreja" de Tihuinza pretende ahora el tronco que va del oeste del Santiago y el norte del Marañón hasta la Cordillera.
En las negociaciones conducentes al Protocolo de Rio los ecuatorianos aludieron a dos puntos de referencia en la frontera, y éstos se respetaron al trazarse la línea:
La quebrada de San Francisco y la confluencia de los ríos Pastaza y Bombonaza. Con tal que no planteen trazar una imaginaria entre los dos puntos...
Esta novedad ecuatoriana demuestra, finalmente, que es incorrecto descalificar con epítetos despectivos e infundados, como lo han hecho diversos voceros, la posición enérgica de Javier Pérez de Cuéllar al señalar que la Declaración de Paz encierra peligros severos para el Perú. Si es que no renunciamientos que traen cola y condicionan el futuro.
El vicecanciller Eduardo Ponce, por otra parte, ha perdido la discreción exigible a un funcionario para convertirse en el protagonista político de la contienda diplomática.
Eso es perjudicial para la causa peruana, pues ahora es necesario que aparezcan los responsables directos de la conducción estratégica, política y militar. En otras palabras, el Presidente de la República, el canciller Efraín Goldenberg y el Comandante del Ejército y presidente del Comando Conjunto, Nicolás de Bari Hermoza Ríos.
Se ha dicho hasta la saciedad que la estrategia ecuatoriana no sólo desde 1942 sino desde la época republicana es la de los "cortes de mortadela", es decir, sacar provecho de avanzar posiciones y negociar a partir de ellas, presentándose además como el David que un Goliat prepotente pisotea. Darle la oportunidad de un instrumento como la Declaración de Paz es demasiado e inoportuno.
*1 En realidad, el proceso de demarcación se paralizó en 1945 por dificultades planteadas por Ecuador y se reanudó a mediados de 1947 hasta el 20 de noviembre de 1950, cuando la Comisión Mixta Demarcadora protocolizó el último hito cerca de Coangos.
*2 Al norte está el trecho de 78 kilómetros sin demarcar en esa área de la Cordillera del Cóndor, pero sí hay hitos a partir del denominado 20 de Noviembre hasta el vértice de la frontera con Colombia.
*3 Ecuador reitera lo que un analista llama una "leguleyada geográfica" al ignorar la línea de frontera y el obvio `divortium aquarum' que existe entre el Zamora en el Ecuador y el Santiago en el Perú marcado por la Cordillera del Cóndor. Las estribaciones superiores del Cenepa y también del Coangos que descubren los mapas aerofotogramétricos no contradicen la realidad fundamental de un sistema fluvial oriental y otro occidental que marca la cordillera, sino que meramente crea el recoveco ahora tan conocido en la línea divisoria.
*4 En una maniobra de desinformación abiertamente maliciosa, el Memorándum de la Cancillería ecuatoriana cita fragmentadamente a un Dr. Arturo García, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Perú en Quito, que en "August 9,1980" habría informado a su gobierno que "en ninguna parte del país vale menos respaldar la ley" que en esa área, y que no podía "discernir ni título ni pretexto" para reclamarla.
La cita corresponde en realidad a 1880 y al padre de Arturo García y García, nuestro actual embajador en Londres. Arturo García, padre, fue enviado a Ecuador hace más de un siglo, en el curso de la Guerra con Chile, para neutralizar una invasión por el norte.
*5 El Protocolo dice que "la línea de frontera será referida a los siguientes puntos: de la Quebrada de San Francisco, el divortium aquarum entre el río Zamora y el Santiago hasta la confluencia del río Santiago con el Yaupi".
Después Dias de Aguiar diría que "...la intención clara del Protocolo es llevar la frontera del río San Francisco a la confluencia del Yaupi con el Santiago por la línea natural más directa y fácilmente reconocible". Como bien lo saben los soldados peruanos hoy bajo fuego ecuatoriano, la línea natural más fácilmente reconocible la marcan las alturas que rodean el nacimiento del Cenepa.
Más aún, tal como lo señala el embajador Juan Miguel Bákula en `Perú y Ecuador.Tiempos y testimonios de una vecindad', en la propuesta ecuatoriana redactada en Rio de Janeiro el 17 de octubre de 1942 con ocasión de la suscripción del Protocolo, se dice que "...la frontera seguirá la línea tradicional señalada como de statu-quo en 1936..." En el Acta de Lima suscrita el 6 de julio de 1936 se sigue el trazo de la Cordillera del Cóndor.
General EP Daniel Mora Z. es el oficial de enlace con la Misión de Observadores de los países garantes.
General Nicolás Hermoza Ríos y canciller Efraín Goldenberg: hay quienes acreditan que podrían ser las primeras cabezas "políticas" que rueden, colofón de estos días tan graves para el Perú.
9 de Octubre, 1998 - N° 1537 Caretas
La Paz Tal Vez
¿Pero A Qué Precio?
Al cierre de esta edición, el país estaba a ciegas sobre lo que realmente negociaba en Brasilia el presidente Alberto Fujimori, con el agravante de dar el insólito espectáculo de presentarse como un Tarzán que se ha ido desnudando en el camino de sus principales prendas (el Canciller, el Secretario General de la Cancillería, el jefe de una de las comisiones negociadoras, uno de los miembros conspicuos de la Comisión Consultiva de RR.EE.) o como un Adán reincidente en su complejo.
Es como si Bill Clinton prescindiera de su Secretaria de Estado para arribar a una paz "duradera" con Irak, o como si Tony Blair descubriera que puede por sí solo negociar con Carlos Menem la devolución de las Malvinas o el propio Fernando Henrique Cardoso fijara nuevas fronteras con Argentina sin Itamaraty de por medio. Puede que muchos feliciten al presidente peruano por su genuino espíritu pacifista, pero no dejarán de observar la situación sin precedentes de que lo haga reinventando la diplomacia, las formas y los fondos de una negociación.
Este solo hecho debe darle a Jamil Mahuad la sensación de que él es un estadista con todo el auxilio profesional y nacional requerido para una empresa en la que está en juego el Estado ecuatoriano, frente a este campeón del personalismo mesiánico que raya ya en un antecedente folclórico.
Ni el Perú ni Torre Tagle se merecen una afrenta semejante. Aun en el supuesto que en la apresurada cita de Brasilia del 7 y 8 de octubre (Fujimori no estará presente en las ceremonias que recuerdan la inmolación de Miguel Grau, perenne lección de peruanidad y patriotismo) surgiera la luz y se rompiera el estancamiento, la general incertidumbre nacional no desaparecería. ¿Con qué consenso cuenta el Perú para comprometerse en una solución sobre la que nada se sabe ni ha sido consultada con nadie? Alberto Fujimori, con todas las potestades que le otorga su condición de Presidente, se ha echado sobre sí demasiada carga que la historia, a no dudarlo, le cobrará a su tiempo y con la severidad del caso.
Brasilia, miércoles 7. Diplomacia presidencial, ¿o diplomacia personal? Convocados esta vez por reelecto Fernando Henrique Cardoso, dupla Fujimori - Mahuad celebran séptima ronda de negociaciones personales.
LA decisión no fue fácil, teniendo en cuenta que, de pronto, repercutiría negativamente en las conversaciones del día siguiente entre Jamil Mahuad y Alberto Fujimori en un lugar escondido de la gran Nueva York.
"Van a decir que te corriste, que eres un temperamental como Valle Riestra" le había espetado horas atrás un amigo al que le comentó que las cosas eran insostenibles.
Recordó que cuando Fujimori le propuso asumiera la Cancillería, este mismo amigo le advirtió que más allá del alto honor, estaría sujeto a muchas situaciones difíciles, incluyendo, claro está, la adversidad de una ingratitud, común entre los poderosos, pero casi invariable en el caso de Fujimori.
Eduardo Ferrero salió de Palacio de Gobierno el día 1 de octubre, tras la cita del Consejo Nacional de Defensa, convencido de que no era posible superar las divergencias surgidas entre él y el Presidente. Estas ya se habían producido días atrás, cuando se le señaló que la vehemencia por lograr un acuerdo con Mahuad podría ser contraproducente.
LOS RENUNCIANTES: Con el Canciller Eduardo Ferrero renunció el vicecanciller, Hugo Palma, y el presidente de la subcomisión de Libre Navegación, Alfonso de los Heros.
Ferrero no habría estado tampoco enteramente de acuerdo con la "diplomacia a nivel presidencial", por el riesgo implícito de que si esa instancia fracasa, el arduo trabajo precedente -ladrillo tras ladrillo- se vendría abajo anulando lo obtenido.
Otros aspectos en los que no hubo acuerdo se referían, por un lado, al de la dificultad de continuar con la moratoria informativa en términos tan excluyentes que impidieran conversar y consultar con técnicos, especialistas, consultores y voceros de los medios de comunicación (como sí lo ha venido haciendo Ecuador a través de su Canciller y del propio presidente Mahuad) y, por otro, a la necesidad de ir trabajando la construcción de un consenso nacional, porque de lo contrario, y en el caso que se arribara a un acuerdo final con Ecuador, éste podría ponerse en peligro por reticencias, suspicacias e interpretaciones incorrectas de quienes de todos modos sostendrían que el Perú sacrificaba demasiado.
No ha trascendido cuáles eran las divergencias respecto a la demarcación misma. Pero el problema es que Fujimori puede haber dado pie a que los ecuatorianos tuvieran expectativas de que el Perú concedería más allá de lo previsto por el Protocolo. Es lo que se dijo ocurrió en 1992 cuando se reunió mapa en mano con el entonces presidente Rodrigo Borja, donde al decir criollo "se fue de boca". Es lo que se señala puede haber ocurrido en Asunción, Brasilia y Panamá en sus primeros encuentros con Mahuad, ya sin el concurso imprescindible de su canciller. Y esta presunción se basa en que antes no se había hablado de Tiwinsa, ese punto del mapa que no es ni siquiera una problacion, un cuartel o un destacamento en forma, pero que para Ecuador es "el trofeo de guerra" que reclama y que para el Perú, estando en su territorio, es ya parte entrañable de su historia, pues su defensa costó vidas de héroes y reavivó el drama nacional de no haber sabido hacer respetar sus derechos derivados del Protocolo de Río.
En esta divergencia no se trata de maximalismos ni de purismos, pero es evidente que Eduardo Ferrero acentúa una posición más acorde con el continuo histórico de Torre Tagle frente al pragmatismo del presidente Fujimori.
Embajador Jorge Valdez apoya a Fujimori.
Como es previsible, Fujimori prefirió para que lo acompañaran a Nueva York (y luego a Washington) a quienes como Fernando de Trazegnies y Jorge Valdez apoyaban su posición. Por eso no fueron de la partida ni Ferrero Costa ni Alfonso de los Heros, quien por razones de amistad y de principios renunció a la presidencia de la subcomisión de Libre Navegación, con el mismo discreto desprendimiento de su renuncia ejemplar al premierato.
¿Cuál ha sido y es la posición de los máximos comandantes de las FF.AA.? ¿No sería exagerado pedirles a los Estados Mayores de los Institutos Armados un pronunciamiento al respecto, teniendo en cuenta que se ha producido un impasse de proporciones al no coincidir la línea presidencial con la de la Cancillería.
En Nueva York y Washington, por otra parte, la posición de Fujimori -ir rápido, primero actuar y despues informar- no prosperó, con lo cual en la práctica quedaría demostrada la validez de la estrategia aconsejada por el canciller Eduardo Ferrero.
El análisis interno no es suficiente para explicar la crisis que se ha producido entre Torre Tagle y Palacio de Gobierno. Hay también visiones distintas acerca de lo que es y puede hacer Jamil Mahuad. Hay quienes creen ver en Mahuad a un hábil jugador que logró sacar de la escena el estancamiento producido a nivel de cancilleres a propósito de los pareceres técnico/jurídicos (favorables al Perú pero recusados, sin mucha base argumental por Ecuador), hacer que éstos ya no sean materia de las conversaciones en nombre de un franqueo personal e interpresidencial.
Una vez en ese contexto, llevar a Fujimori a su terreno, ilusionarlo con la proximidad de un arreglo, para luego confesar que le ha sido imposible convencer a sus paisanos (comando militar incluido) de las bondades del arreglo bilateral.
Martes 6, Fujimori con la Comisión de Defensa. El Canciller esta vez brillaba por su ausencia.
Puede que esta interpretación sea exagerada, pero lo cierto es que Mahuad ha desaprovechado ya (si alguna vez quiso arribar a una solución) el tiempo y la oportunidad de presentarle a su país despejada la vía de la solución final.
No es casualidad que, antes de Nueva York, Mahuad aludiera ya a problemas "psicológicos" antes que a problemas técnicos o jurídicos para definir el camino de la paz. Y qué paradoja tan grande que esos pesares "psicológicos" hayan sido evocados en Nueva York, cuando tanto Mahuad como Fujimori se narraban los mítines e incidentes que desembocaron en asonadas populares con evidente costo político.
La cita de Brasilia del miércoles último no podrá, al parecer, despejar el desencanto que amenaza los diálogos presidenciales. Y es que el expediente de recurrir, una vez más, al famoso artículo 7 del protocolo y al Acuerdo de Santiago -que no señala otra cosa que de no haber acuerdo entre Perú y Ecuador, los garantes presentarán opciones (que ya las han presentado pródigamente en estos tres años, añadiendo elementos de presión impensables en el pasado) que las partes estudiaran- es prácticamente volver a fojas cero.
En la perspectiva de Ecuador, dicho con la crudeza del ahora diputado, general (r) Paco Moncayo, de que Tiwinza no es negociable, si esta vuelta a la noria fracasa, podría mantenerse la posibilidad del arbitraje de un tercero (y la mira esperanzada ya no es el Papa sino Estados Unidos).
El presidente Fernando Enrique Cardoso, aún con el aura triunfal de los comicios del pasado domingo, comprometerá a los mandatarios a esperar nuevas propuestas, en el mejor de los casos.
En Nueva York ya se deslizó la idea que aunque no se llegue a un arreglo definitivo (léase no hay demarcación del tramo que falta), el fantasma de un nuevo enfrentamiento bélico está descartado. Las partes pueden convenir en ello. También en el desminado, bajo la atenta vigilancia de los garantes. Y si se repara en que entre la zona desmilitarizada y la zona de vigilancia, casi un 80% de la Cordillera del Cóndor está bajo un régimen de vigilancia en manos de la Momep, es lícito preguntarse, ¿qué es en buena cuenta lo que se ha avanzado?
Trazegnies al término de cita con mandos militares. Es voceado para suceder a Ferrero.
En estos tres años el Perú cifró su política con Ecuador en objetivos claros, progresivos y concretos:
-evitar nuevos enfrentamientos bélicos hasta que se produjera una modernización de nuestras FF.AA. y se restableciera el equilibrio estratégico.
-involucrar a los garantes hasta que se persuadan en los hechos de la validez jurídica de la posición peruana y demanden, actuando en consecuencia, la aplicación estricta del Protocolo de 1942, es decir, completando la demarcación de la frontera común.
-lograr que Ecuador precise sus reclamaciones y acepte que el marco de toda negociación (sean los impasses subsistentes o los cuatro temas) se ceñirá al reconocimiento y aceptación por parte de Ecuador del Protocolo de 1942.
-explorar y precisar los campos de cooperación mutua, incluyendo el Tratado de Libre Navegación con Ecuador.
Gran parte de este trabajo es logro indiscutible de la Cancillería y del ceñido acompañamiento que practicó el presidente Alberto Fujimori. Pero si se vuelve a pedir a los garantes nuevas fórmulas, con el agravante que hay dos zonas bajo control de Momep, por lo mismo con soberanía limitada en la práctica, todo lo avanzado se volatiliza o adquiere un sabor de constatación histórica de lo que pudo ser y no fue.
Otro Croquis
De Los Pareceres Técnico-Jurídicos
Demuestra que Tiwinza queda dentro del Perú y Teniente Ortiz dentro de Ecuador.
LOS pareceres jurídico-técnicos de los garantes, emitidos el 6 y 8 de mayo del presente año y mantenidos -hasta hoy- en reserva debido al acuerdo de moratoria entre las partes, dan jurídicamente la razón al Perú en dos de sus tres puntos controversiales.
La posición histórica y jurídica de la parte peruana sostenida a lo largo de los últimos cincuenta años por Torre Tagle es respaldada con amplitud y claridad por los peritos de los países garantes.
CARETAS tuvo acceso a las conclusiones de las dos comisiones que se formaron como órganos de apoyo de la Comisión de Fijación en el Terreno de la Frontera Terrestre Común.
La demarcación entre los hitos Cusumasa/Bumbuiza y Yaupi/Santiago, de acuerdo a la propuesta de la Comisión Técnico Jurídica, establece que el puesto ecuatoriano de Teniente Ortiz queda en el Ecuador. Abajo, facsímil de la comisión de garantes y rúbrica de los ejecutantes.
La primera comisión debía estudiar y recomendar la manera de unir la parte de la frontera entre el hito Cunhuime Sur y el hito 20 de Noviembre, así como opinar sobre el trazado de la línea fronteriza entre los hitos Cusumasa/Bumbuiza y Yaupi/Santiago. Estuvo formada por Nelson A. Jobin, de Brasil; Guillermo R. Moncayo, de Argentina; y Clarence W. Minkel, de Chile. Por el Perú y Ecuador, participaron el ministro Luis Sandoval Dávila y el embajador Teodoro Bustamente, respectivamente.
La segunda comisión estudió la zona Lagartococha -Gueppi, y la integraron el general Luis María Miró de Argentina, el profesor Joao Grandino Rodas de Brasil, y el ingeniero Rudy Schmidt Walters de Chile.
Si bien los pareceres no tienen fuerza vinculante para las partes, es decir, que su cumplimiento no es de carácter obligatorio, constituyen un instrumento jurídico esclarecedor de los puntos controvertidos, que no sólo ratifica el Fallo de Braz Dias de Aguiar, sino que, en uno de sus puntos, confirma a la Cordillera del Cóndor como el accidente geográfico por cuyas altas cumbres debe discurrir la frontera peruano-ecuatoriana.
Este informe concluyente fue el que provocó la suspensión del diálogo en mayo y su postergación en junio y julio, además de la decisión de los militares ecuatorianos de proseguir y apurar la infiltración de tropas, lo que finalmente nos puso al borde de un nuevo conflicto entre la última semana de julio y la primera de agosto. (CARETAS 1530).
Luego de conversar con el ex jefe de la delegación peruana, embajador Alfonso Arias Schreiber, quien no tenía sino la muy breve versión de estos pareceres, podemos inferir las siguientes conclusiones:
Sector I: Cunhuime Sur - 20 de Noviembre
Es la primera parte que falta por demarcar, y que incluye el sector conocido como "la oreja del Cenepa", que no es otra que la cabecera de este río, escenario de combates en 1995. De conformidad con el espíritu del Protocolo, confirmado por el árbitro Braz Dias de Aguiar, la frontera debe seguir la Cordillera del Cóndor, como accidente terrestre más directo y fácilmente reconocible, entre las cuencas de los ríos Zamora y Santiago, hasta un punto norte a partir del cual se dirige hacia la confluencia del Yaupi con el Santiago. Esta conclusión coincide con el alegato que sostuvo el canciller del Ecuador desde 1943. Perú, en cambio, propuso seguir hasta del Zamora con el Santiago. Y de allí trazar una línea recta hasta la boca del río Yaupi en el Santiago. (Gráfico 1).
La opinión jurídica-técnica de los expertos de los países garantes afirma que: "La frontera debería consistir en una línea que comenzando en el hito Cunhuime Sur, recorra el divortium aquárum de las cuencas de los ríos Zamora y Cenepa, en la Cordillera del Cóndor, hasta el punto, al Norte, donde se inicia el divisor de aguas entre los ríos Zamora, Cenepa y Coangos".
"Desde este punto -continúa el enunciado-, la línea, doblando en sentido Este, debería proseguir por el divisor de aguas entre los ríos Cenepa y Coangos hasta alcanzar el hito 20 de Noviembre, situado en el divisor de aguas de los ríos Coangos y Cangaza". Por lo tanto, los peritos de los países garantes no han hecho sino respetar el espíritu del Protocolo y el Fallo de Dias de Aguiar al proponer que la frontera se trace a lo largo de la Cordillera del Cóndor y luego se desvíe por encima de la cabecera del Cenepa, entre ésta y el Coangos, de manera que no corte ningún río, sino siga siendo terrestre en toda la extensión del divisor de aguas.
La posterior tesis ecuatoriana sobre la inexistencia del divortium aquárum es así desechada. Tiwinza, Base Sur y Cueva de los Tayos, situados en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor quedan en territorio peruano. Al respecto, no cabe ya ninguna duda.
Sector II: Cusumasa / Bumbuiza- Yaupi / Santiago
En este lugar no hubo acuerdo de las Comisiones Mixtas Demarcadoras, ni siquiera después del fallo de Braz Dias de Aguiar. El árbitro brasileño sostuvo que la frontera debía correr desde la extremidad del contrafuerte divisor que separa los cursos norte y este del río Santiago hasta la confluencia del Yaupi, y si aquel no alcanza esta confluencia, la divisoria sería una recta.
Ecuador sostuvo que esa línea debía trazarse desde el hito Cusumasa-Bumbuiza, ubicado en un macizo del mismo nombre de más de 1,500 metros de altura. Perú señaló que el contrafuerte no termina allí, sino que continúa en un cerro que nosotros llamamos Huichinguen y Ecuador denomina Kaputna. En consecuencia, la frontera debía trazarse desde la extremidad del cerro Huchinguen, y seguir casi en forma paralela al brazo septentrional del río Santiago. (Gráfico 2)
Aquí los garantes han propuesto una solución mixta, dando parte de razón al Perú y parte al Ecuador. No sugieren que se trace la línea desde el Hito Cusumasa /Bumbuiza -como pretendía Ecuador-, sino proponen que ésta siga hasta donde termina el monte Cusumasa Bumbuiza y comienzan las estribaciones del cerro Huichinguen (al que denominan Punto A), para de allí trazar una línea recta hasta otro punto (llamado Punto B) y continuar hacia el norte mediante otra línea recta hasta la confluencia del Yaupi con el Santiago.
El efecto práctico de este parecer es dejar el puesto militar ecuatoriano Teniente Ortiz en el Ecuador y el Puesto Pachacútec en el Perú. Parecería que en este punto los garantes hayan obedecido a razones de orden político, más que de orden jurídico y técnico.
Sector III: Lagartococha / Gueppi
Aquí nuevamente los garantes dan parte de la razón a ambos países, pero, la razón principal se la han dado al Perú al concluir que la línea recomendada por el árbitro no era definitiva y que la que vale es la que señaló la Comisión Mixta Demarcadora con la instalación de los hitos Naciente y Corte del Río Gueppi.
La controversia en este punto se había originado cuando la Brigada Mixta recorrió el terreno entre diciembre de 1945 y enero de 1946, y encontró que el origen de La Quebrada Norte -naciente del río Lagartococha- está situado poco más de 8 kilómetros al noroeste del lugar que se había supuesto en 1943 sobre la base de un mapa de carácter expeditivo. (Gráfico 3).
El presidente de la comisión ecuatoriana ordenó al jefe de su brigada que respetase la realidad geográfica e instalase el hito Naciente, prosiguiendo luego en línea recta hasta el hito Corte del Río Gueppi. Efectivamente, estos hitos se colocaron, pero, después de levantar el acta respectiva, por instrucciones de la cancillería ecuatoriana el jefe de brigada se negó a suscribirlos.
A este último respecto, los peritos técnicos jurídicos han admitido que las actas no son válidas porque no se dio cumplimiento cabal a las formalidades establecidas por las partes y porque Ecuador no aceptó posteriormente la frontera así demarcada.
Sin embargo, lo más importante es el reconocimiento por los expertos de los países garantes de que debe respetarse la línea correspondiente a la realidad geográfica, es decir, el punto donde nace la Quebrada Norte, origen a su vez del Río Lagartococha. Y esto ya nadie puede modificarlo. (Luis Alberto Chávez).